Cómo hacer que tu mente vea oportunidades que
otros no ven

Paloma Uve

Progresar es estar vivo. No importa lo exitosa que sea ya tu vida que si no sientes que progresas, no serás feliz. 

Para las personas sentir que progresamos es una de las principales fuentes de satisfacción y felicidad. Sin embargo, sólo se puede medir el progreso cuando hay un objetivo claro que perseguir.

¿Alguna vez te has parado a pensar por qué cada fin de año tenemos la necesidad de establecer propósitos para el nuevo año? Necesitamos sentir que evolucionamos y el cambio de año siempre es un bueno momento para reflexionar.

¿Y tú? ¿tienes claros tus objetivos?

Allá por la época de los romanos, Séneca dijo que “No sopla viento favorable para quién no sabe dónde se dirige”. Esto, además de ser una observación filosófica, tiene una explicación científica que hay que conocer para ser capaz de ver oportunidades más allá.

En este post te cuento cómo puedes hacer para ver cualquier situación como una oportunidad. Una vez que consigas esto te volverás invencible.

[bctt tweet="Una vez consigues ver cualquier situación como una oportunidad, te vuelves invencible."]

Programando tu mente

¿Sabías que, a través de tus sentidos, recibes cerca de 2 millones de bits de información cada segundo? Sin embargo, según una investigación llevada a cabo por el psicólogo, investigador y escritor croata Mihaly Csikszentmihalyi, autor del libro Fluir (Psicología de la felicidad): sólo somos capaces de procesar de manera consciente alrededor de 110 bits de información cada segundo. 

La explicación científica de la frase de Séneca se llama: Sistema de Activación Reptiliano (SAR) y es un filtro de nuestra mente. El SAR es quién selecciona cuales son esos 110 bits de información relevante que mostrarle a tu mente consciente cada segundo. 

Realiza la selección de la información que considera interesante para ti en base a dos principios:

Todo esto ocurre sin que te des cuenta, ya que el SAR se auto-programa sólo. Tener objetivos claros y concisos hará que el SAR te ayude a conseguirlos mientras que sin ellos, no sabrá que información es importante para ti.

¿Nunca te ha pasado que al comprarte un modelo concreto de coche o de móvil, de repente tienes la impresión de que lo ves por todas partes? No es que antes no estuvieran allí esos coches/móviles, simplemente tu SAR no los tenía marcados como objetivos.

Recuerdo que, en 2016, cuando decidí que no iba a volver a trabajar por cuenta ajena, me empezaron a surgir una barbaridad de oportunidades de trabajo por cuenta propia: asociarme con una chica que tenía una firma de moda y quería crecer pero le faltaban conocimientos de gestión, asociarme con una abogada y una arquitecta para un negocio de promoción inmobiliaria, montar una empresa de desarrollo de negocio en el sector farmacéutico, etc. 

Todas ellas aparecieron al plantar en mi mente la idea de que ya sólo iba a trabajar para mí. El SAR lo tenía claro y no paró de identificar oportunidades hasta que me decanté por dos proyectos. Ahora no está de vacaciones tampoco, sigue trabajando para ayudarme a conseguir resultados en estos dos proyectos.

T. Harv Ecker es un escritor y empresario canadiense que estudió a multitud de personas exitosas con el objetivo de entender cuál era la mentalidad que les había conducido al éxito. Una de las conclusiones a las que llegó fue que: «La principal causa por la que la gente no consigue lo que quiere es que no sabe lo que quiere» Además de aplicar satisfactoriamente en su vida las conclusiones que extrajo, estas fueron recogidas en un libro que se convirtió en best seller: Los secretos de la mente millonaria.

Objetivos

Tu mente es como un jardín, lo que plantes en ella crecerá con la ayuda del SAR. “Si puedes imaginarlo, puedes conseguirlo. Si puedes soñarlo, puedes alcanzarlo” dijo el escritor americano, William Arthur Ward. Es cierto que el camino no suele ser fácil pero sí que existe uno.

Fijarte objetivos debe ser una constante en tu vida, si quieres progresar y evolucionar (y si estás leyendo esto es que quieres). Los objetivos deben ser algo vivo. Una vez hayas alcanzado los que te habías propuesto, debes fijarte otros nuevos. Idealmente cada uno de tus días, semanas y meses deberían tener un objetivo claro que perseguir.

Ya vimos cómo fijar objetivos en el post sobre cómo diseñar una vida que te llene. Necesitas tener dos cosas claras: 

La claridad suele ser, sin duda, lo más difícil. Para el ser humano cambiar no es una opción, es nuestra naturaleza. Tu mente y tu cuerpo cambian continuamente a medida que avanza el tiempo. Sin embargo, que estos cambios sean a mejor sí es una elección.

¿Cómo se consigue esto? 

¡Haciéndote preguntas!

Conozco muy poca gente que periódicamente se pregunte a sí misma ¿cómo está? ¿qué puede mejorar en su vida? Incorporar este hábito a tu vida te ayudará a tener objetivos, progresar hacia ellos y sentirte realizado.

Puede que estés encantado con todo en tu vida excepto tu físico, tus amigos, tu trabajo, tu gestión del tiempo o el número de libros que lees. Una vez identifiques el área en el que quieres mejorar, tendrás que definir con el mayor nivel de detalle posible el resultado final que te gustaría obtener. Por ejemplo, imagina que quieres adelgazar porque tienes una boda dentro de unos meses. Podrías ponerte el objetivo de perder 20 kilos pero esto es algo que no puedes visualizar en tu mente ¿Cuánto son 20 kg? ¿Cómo me veré yo sin esos kilos?

En cambio, si te pones el objetivo de entrar y llevar a la boda el vestido rojo que te compraste hace 3 años, este objetivo si lo podrás visualizar y te resultará más sencillo medir el progreso.

Puedes tener el objetivo a medio plazo de ascender en tu trabajo, para ello necesitarás tener una serie de objetivos intermedios a corto plazo: preparar los argumentos, hablar con tu jefe, hablar con el responsable del departamento al que quieres acceder, etc.

Cuando tengas los objetivos claros, pregúntate por qué quieres conseguirlos. Si no encuentras una razón de peso que lo justifique, descarta ese objetivo porque significa que no lo quieres realmente. Si el motivo es que tus padres o tu pareja se sientan orgullosos, está de moda o tu amigo lo está haciendo y te ha dicho que está muy bien ¡olvídate! sólo te hará perder tiempo.

Recuerda que sólo teniendo un porqué suficientemente bueno, tendrás la fuerza suficiente para encontrar el cómo y superar todas las dificultades que encuentres de camino.

Hace poco me contaban la historia de un funcionario que vio la oportunidad de montar una empresa con la aprobación de una nueva ley. La ley de dependencia aprobada obligaba a los ayuntamientos a garantizar la movilidad de las personas con discapacidad. Este chico se decidió a montar una empresa de transporte para cubrir esta nueva necesidad y le ha ido muy bien. Ha crecido hasta casi 50 empleados en al actualidad y claramente factura mucho más que en su trabajo de funcionario pero le cuesta mucho dormir por las noches con todas las implicaciones que tiene una empresa. 

Es preferible hacer algo por que tienes un buen porqué detrás, aunque te suponga ganar un poco menos, a hacer algo por dinero que te hace infeliz.

Los 3 secuestradores habituales de tu foco  

Teniendo ya las ideas claras, el siguiente paso es pasar a la acción e iniciar el camino hasta la meta marcada. La clave si quieres conseguir buenos resultados rápido está en aprender a controlar lo que guía todas tus decisiones, emociones y experiencias: tu foco.

La gran mayoría de personas están demasiado ocupadas, reaccionando al mundo frenético en el que vivimos, como para dirigir de manera consciente en qué se enfocan. Incluso cuando tienes unos objetivos bien definidos, existen 3 secuestradores habituales que intentarán desviar tu foco del camino:

Básicamente atraemos lo que pensamos ¿No has oído alguna vez que no hay que decirle a los niños: ¡Cuidado que te vas a caer! Porque se caerá? Si te digo que no pienses en una fresa, lo primero que visualiza tu mente es una fresa. La mente no distingue la negación delante de una situación o cosa visualizable.

[bctt tweet="Provocamos lo que pensamos. Si le dices a un niño ¡Cuidado que te vas a caer! Lo hará"]

Allá donde pongas el foco, irá toda tu energía. Y aquello en lo que pones toda tu energía, crece. Así que más vale que vigiles bien en que se centra tu mente si no quieres perder oportunidades. Cuando te enfocas en el miedo a lo que pueda salir mal, imagina lo que pasará. En su lugar, haz que tu mente se centre en el resultado final que buscas conseguir.

Estrategia infalible para no desviarte del camino  

Hay tres cosas que harán que el SAR esté centrado y ojo avizor a la caza de oportunidades:

Cuando escribimos algo, el nivel de compromiso que adquirimos con ello es mucho mayor. Hace tiempo se hizo un estudio en el que se preguntaba a todos los participantes ¿Cuál era la distancia entre dos puntos señalados en una imagen? Antes de que dieran la respuesta, se dividió a los participantes en tres grupos:

A) Los que iban a responder de voz

B) Los que debían escribir la respuesta en una pizarra de las que se borran solas al cabo de un pequeño periodo de tiempo

C) Los que debían escribir la respuesta en una hoja de papel

El conductor del estudio paseó por la sala hablando con casi todos mientras daban su respuesta. Tras unos minutos, subió al estrado y les dijo a todos que el 95% de los participantes estaban equivocados con la respuesta que estaban dando y les dio una última oportunidad para corregir su respuesta si así lo deseaban. 

El resultado fue que todos los del primer grupo (aquellos que respondían diciéndolo simplemente) cambiaron su respuesta, el 96% de los del grupo de la pizarra también cambió la respuesta mientras que el 90% del grupo que lo escribía en papel NO cambió su respuesta. Tenemos un compromiso mayor con lo que escribimos.

Esto ayudará a que tu compromiso con tus objetivos aumente y además la gente que te rodea seguramente te podrá ayudar a alcanzarlos de alguna u otra manera: presentándote a alguien, dándote ideas, etc.

Esta idea la escuché en la charla TEDx de Blaine Oelkers y me pareció buenísima ¿Sabes cuantas veces al día, de media, desbloqueamos el teléfono? 110 veces al día es lo que se observó en un estudio realizado con un grupo de 150.000 personas.

Imagina si cada una de las veces que miraras a tu móvil, este te recordara tus objetivos ¡tu SAR estaría centradísimo! Sólo hay que escribir el objetivo que estés persiguiendo en ese momento, sacarle una foto y ponerla cómo imagen de la pantalla de bloqueo del móvil.

¿Con qué te tienes que quedar de este artículo?

a) Escribe tus objetivos en un papel

b) Comparte tus objetivos con tu entorno

c) Actualiza tu imagen protectora de pantalla del móvil con un foto de tu objetivo actual

[bctt tweet="¡Vigila en que te estás enfocando! Allá donde pongas el foco, irá toda tu energía. Y aquello en lo que pones toda tu energía, crece."]

¿Y tú? ¿Tienes alguna estrategia que te funcione muy bien para mantener el foco? Cuéntamela en los comentarios 🙂